romper decentemente

Si un día la relación llega a su fin y la persona que quiere irse puede elegir una tarde cómoda y soleada e invitar a la otra persona a tomar una taza de té. Luego, expresa con franqueza tus pensamientos internos: por qué decidiste irte, cuáles son los problemas entre las dos partes y si todavía existe la posibilidad de continuar. Aunque este tipo de conversación no es necesariamente fácil, es el mayor respeto por la relación.