Icono del sitio Chen Fa. Estudios varios

Irse no se trata de escapar, sino de encontrar tu verdadero yo.

Cuando alguien sigue afectando tu estado de ánimo, haciéndote sentir irritable, ansioso o incluso empezando a cuestionarte a ti mismo, puede ser un recordatorio.

En la vida, siempre conocemos a personas de todo tipo. Algunas nos brindan calidez y fortaleza, mientras que otras son como grilletes invisibles que nos hacen perdernos poco a poco en una relación.

Cuando descubres que después de llevarte bien con ciertas personas, a menudo estás de mal humor, tus emociones son inestables e incluso eres incapaz de concentrarte en otras cosas de la vida, si este estado continúa durante demasiado tiempo, a menudo terminarás haciéndote daño.

A veces nos preguntamos: "¿Soy demasiado sensible? ¿Debería ser más paciente?"

Comencé a intentar ajustar mi mentalidad, a comunicarme intensamente y a suprimir mi insatisfacción, pero los resultados a menudo fueron muy limitados.

¡No todas las relaciones pueden mejorarse mediante la comprensión y la tolerancia!

Cuando has hecho lo mejor que has podido pero aún te sientes cansado e impotente, entonces tal vez irte sea la opción más amable.

Dejar a alguien no significa negarlo, ni es porque sea malo, sino porque ya no eres feliz o estás cómodo en esa relación.

Lo que importa no es quién es la otra persona, sino en qué tipo de persona te conviertes cuando están juntos.

Si ese yo tuyo se siente reprimido, agraviado y agotado, entonces elegir alejarte de él es la mejor manera de ser responsable contigo mismo.

Una relación verdaderamente buena y saludable debe ser aquella que se nutre y ayuda a crecer mutuamente, en lugar de una que se consume y se tortura.

¡La vida es larga, pero en realidad no lo parece tanto! En lugar de forzarte a mantener una relación asfixiante, es mejor dejarte un espacio para conocer a alguien más adecuado o para tranquilizarte primero.

Aprender a decir adiós es signo de madurez; saber protegerse es signo de sabiduría.

Cuando no puedes cambiar a la otra persona ni a ti mismo, dar un paso atrás con valentía y marcharte puede ser la lección más importante de la vida.

Dejar a algunas personas no es porque sean malas, sino porque tú no eres bueno cuando estás con ellas.


¡Este sitio web no tiene esos molestos anuncios que bloquean la página web y dificultan la lectura!
Si crees que el artículo que escribí te resulta útil, ¿podrías completar una Cuestionario, lo que me permite comprender mejor las necesidades de todos y escribir contenido de mayor calidad.

Salir de la versión móvil